Seda - Alessandro Baricco

 










SEDA (Seta, 1996)

En Lavilledieu se sitúa el relato con el nombre del hilado, en la Europa de cuando lo conoció: 1861 mientras Flaubert escribía Salammbò, -se acota- y su protagonista, Hervè Joncour de 32 años ganaba muy bien su vida y la de su mujer Helene comerciando huevos y gusanos de seda, siguiendo la fructífera aventura empresaria que había abierto dos décadas antes el adelantado Baldabiou en ese pueblito, transformándolo luego con florecientes talleres textiles, cuando se desencadena una pandemia matando las crías y huevos. Joncour intrépidamente comienza la búsqueda de huevos sanos con su larguísimo viaje al fin del mundo, como se veía desde Europa al cerrado imperio de Japón. Al llegar, a pesar del sangriento cerco y la incomunicación cultural, por azarosa bienaventuranza es aceptado en el misterioso poderío de Hara Kei de cuyo fasto obtiene imprevistamente millones de sanos huevos y la percepción de su silenciosa favorita de cuya directa y vibrante mirada jamás querrá olvidarse conservando el pliego que ella dejó fugazmente en su mano y que èl hará traducir pidiendo que vuelva. A través de sus tres espaciados viajes, sobrelleva la muerte de su amada Helene motivado por la búsqueda vital de huevos sanos pero también el posible encuentro -prometido sin palabras- con la enigmática compañera de Hara Kei de rasgos occidentales. El último viaje muestra al imperio devastado por una reciente guerra intestina del lejano imperio y a pesar de un nuevo mensaje enviado trágicamente, tampoco logra conocerla sino presagiar el sortilegio que alineó en su vida la trinidad de mujeres que formó Hervè: la favorita silente, Helene y la inefable traductora Blanche, que le reveló haber dibujado los caracteres del segundo pliego cuya autora se lo encargó antes de morir.

 Alessandro Baricco fue consagrado por el gran éxito de este relato novelesco de corta y densa extensión. Está conformado con rasgos semi-documentales, de imaginativa aventura de época y contenida tragedia fugaz, superados con la delicada intensidad del deseo aparentemente no del todo consciente que el autor equilibra en la madurez de su activo protagonista convirtiendo el relato de aventuras en una lírica intercultural e inacabada historia de amor.

 por Jorge Zanada.

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